
Cuando nos preguntan, nos gusta decir que Filosofía River somos el equipo que gobierna a River Plate desde hace más de una década.
Nacimos con la conducción de Rodolfo D’Onofrio, que devolvió a River su identidad y grandeza, marcando el inicio de una nueva era ganadora para el club.
Ese proceso continuó con la reelección de Rodolfo y luego con la presidencia de Jorge Brito, consolidando un modelo de gestión moderno y exitoso. Hoy, el proyecto sigue vivo con el liderazgo de Stefano Di Carlo, nuestro candidato para llevar a River a una nueva etapa de crecimiento y proyección.

Fuimos nosotros quienes concretamos la obra que no se había hecho en los últimos 50 años: renovamos, ampliamos y modernizamos el Monumental, posicionándolo como el estadio más grande de Sudamérica y el más convocante del mundo.
Y después de 19 años de sequía, trajimos a casa dos Copas Libertadores: una inolvidable, que quedará para siempre en nuestra historia y en la de ellos. A esas Libertadores se sumaron otros 17 títulos, que consolidaron un ciclo de supremacía en el país y la región.
Filosofía River no es solo una forma de gobernar: es un compromiso con los valores, la grandeza y la identidad del club. Es la certeza de que River seguirá siendo el más grande, dentro y fuera de la cancha.
Stefano Di Carlo encarna la nueva generación de Filosofía River.
Se crió en el club, se formó en sus pasillos y en su tribuna, y lleva en la sangre una tradición familiar de dirigentes que hicieron grande a River, desde la generación fundadora hasta la conquista de la cima del mundo en 1986.
Con una exitosa carrera en el sector privado, donde fundó y condujo empresas de tecnología y comunicación, aportó su mirada innovadora y moderna a la gestión institucional.

Su camino como dirigente empezó en 2013 de la mano de Rodolfo D’Onofrio, donde fue parte del equipo que le devolvió a River su grandeza, y continuó con Jorge Brito, siendo pieza clave en la consolidación de un modelo de gestión que transformó al club para siempre.
Como vicepresidente y secretario general, tuvo un rol protagónico en los logros deportivos, en la modernización del Monumental y en la revolución institucional que hoy es orgullo de los socios.
Hoy a Stefano le toca la responsabilidad de liderar la nueva etapa de este proyecto que cambió la historia de River para siempre, con la convicción de ser el más grande de Sudamérica, dentro y fuera de la cancha.
Al mismo tiempo, continuará y profundizará el plan de obras más ambicioso de la historia del club, con la transformación definitiva del estadio, que no solo es el más moderno de Sudamérica, sino que será el más grande de América: orgullo de los riverplatenses y símbolo de una institución que no deja de crecer.
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